Elección por parte de la comunidad: Los Jueces de Paz y Reconsideración son elegidos por los miembros de la comunidad territorial en la que prestarán sus servicios. Implica una elección directa cada cinco (5) años por parte de los habitantes de la zona vigentes en el registro electoral de la circunscripción respectiva. Los candidatos que participan en la elección serán postulados por las organizaciones que representan las formas comunitarias presentes en el ámbito del territorio donde se convoque a elecciones y que realicen su debida inscripción ante la Personería del Municipio, ciudad o distrito.

1. Ser ciudadano colombiano: Por lo general, se requiere ser ciudadano colombiano, mayor de edad y estar en pleno goce de los derechos civiles y políticos.

2. Tener buena conducta: Se suele exigir tener una reputación y conducta intachable, sin antecedentes penales ni disciplinarios que puedan afectar la idoneidad para el cargo.

3. Residir en la localidad: Por lo general, se requiere residir en la localidad o jurisdicción en la que se busca ser Juez de Paz y Reconsideración, para asegurar el conocimiento y comprensión de la realidad y necesidades locales porlo menos un (1) año antes de de la elección.

4. Educación y formación: Se suele exigir tener una educación mínima, que puede variar según la regulación local, así como contar con formación y capacitación en áreas relacionadas con la justicia, resolución de conflictos, mediación u otros temas afines.

5. Aptitudes y habilidades: Se busca que los candidatos a Jueces de Paz y Reconsideración posean aptitudes y habilidades para la resolución de conflictos, como la imparcialidad, la capacidad de escuchar y comprender a las partes, la empatía, la capacidad de análisis y la toma de decisiones justas y equitativas.

6. Superar el proceso de selección: Los candidatos deben superar el proceso de selección establecido por la regulación local, que puede incluir exámenes, entrevistas, pruebas de aptitud o evaluaciones de idoneidad, entre otros.

1. Conciliación y mediación: Los Jueces de Paz tienen la función de conciliar y mediar en conflictos de menor cuantía y complejidad, buscando una solución amistosa y voluntaria entre las partes involucradas.

2. Resolución de conflictos: Los Jueces de Paz tienen la autoridad para resolver y dictar sentencias en conflictos de menor cuantía y complejidad, siempre dentro de los límites establecidos por la legislación local y en cumplimiento de los principios de justicia, equidad y legalidad.

3. Conocimiento del territorio: Los Jueces de Paz deben tener un conocimiento profundo del territorio y la comunidad en la que ejercen su función, lo que les permite comprender las realidades y necesidades locales y aplicar soluciones adecuadas a cada situación.

4. Orientación y asesoría: Los Jueces de Paz tienen la función de orientar y asesorar a las partes en conflicto en el proceso de resolución, explicando sus derechos y obligaciones, así como los posibles caminos legales para la solución del conflicto.

5. Promoción de la justicia: Los Jueces de Paz tienen la responsabilidad de promover la justicia, la equidad y la legalidad en el ejercicio de sus funciones, asegurando el respeto a los derechos y garantías de las partes involucradas en el conflicto.

6. Registros y reportes: Los Jueces de Paz tienen la obligación de llevar registros y reportes de los casos atendidos y las soluciones aplicadas, cumpliendo con los requisitos y procedimientos establecidos por la legislación local. El Colegio Nacional de Jueces de Paz pone a disposición su plataforma como apoyo, agilidad, calidad, eficiencia y calidad en el servicio.
   
   

• Convivencia familiar
• Reconocimiento de hijos extramatrimoniales
• Relación de visitas a menores
• Declaración de unión marital de hecho
• Separación de cuerpos
• Incumplimiento de pago, negocio o contrato
• Daño en bien ajeno
• Injuria, calumnia u ofensas personales
• Acta conciliación en la fijación, aumento, exoneración de alimentos.

• Mal uso o daño de bienes o servicios comunitarios
• Alterar la paz y tranquilidad de la comunidad
• Contaminación ambiental
• Mal manejo de mascotas y animales
• Incumplimiento de pagos o contratos
• Injuria, calumnia u ofensas personales
• Violencia juvenil o riñas callejeras
• Hurto (hasta 10 smlmv)
• Daño a bien ajeno
• Lesiones personales – incapacidad menor a 60 días

• Incumplimiento de pago, negocio o contrato
• Arrendamientos
• Linderos o usurpación de tierras
• Servidumbres
• Extorsión
• Estafa cuya cuantía no exceda a 100 smlmv
• Daño a bien ajeno
• Lesiones personales menor a 60 días
• Hurto (hasta 10 smlmv)
• Injuria, calumnia

1. Asuntos de mayor cuantía: Los Jueces de Paz tienen competencia para resolver casos de menor cuantía y complejidad, según lo establecido en la legislación. Los casos de mayor cuantía (superiores a 100 SMMLV) son competencia de otras instancias judiciales, porque usualmente se tramitan con carácter litigioso.

2. Asuntos penales: Los Jueces de Paz no tienen competencia para resolver casos penales, que involucran delitos y faltas que son considerados como delitos en la legislación colombiana. Los casos penales que tengan trato como querellables, pueden ser objeto de trámite e intervención por la justicia de Paz.

3. Asuntos de familia: Los Jueces de Paz no tienen facultad de tratar asuntos de familia que impliquen solemnidades o que versen sobre la capacidad y el estado civil de las personas.  Estos casos suelen ser competencia de los jueces de familia u otros órganos judiciales especializados en derecho de familia.

4. Asuntos laborales: Los Jueces de Paz generalmente no tienen competencia para resolver casos laborales, especialmente por derechos ciertos e incuestionables de trabajadores. Estos casos serán competencia de los jueces laborales u otros órganos judiciales especializados en derecho laboral.

5. Asuntos administrativos: Los Jueces de Paz generalmente no tienen competencia para resolver casos administrativos, relacionados con la actividad de la administración pública, como sanciones, multas, licitaciones, entre otros. Estos casos suelen ser competencia de órganos administrativos o de la jurisdicción contenciosa administrativa.

1. Identificar la ubicación del juez de paz: Los jueces de paz son funcionarios judiciales de nivel local o municipal, por lo que están ubicados en las jurisdicciones más pequeñas, como ciudades o municipios. Debes identificar la ubicación del juez de paz más cercano a tu área. Esto puede hacerse a través de una búsqueda en línea, consultando la lista de jueces de paz en tu localidad, o preguntando en el tribunal local.
   
   
2. Revisar las competencias del juez de paz: Los jueces de paz tienen jurisdicción limitada y generalmente atienden casos civiles menores, como disputas de propiedad, conflictos de vecinos, asuntos de alquiler, entre otros. Asegúrate de que tu caso esté dentro de la jurisdicción del juez de paz antes de acudir a ellos.
   
   
3. Preparar la documentación necesaria: Antes de acudir al juez de paz, asegúrate de tener todos los documentos y pruebas relevantes relacionados con tu caso. Esto puede incluir contratos, facturas, fotografías, testigos, entre otros. Es importante tener toda la documentación necesaria para respaldar tu caso.
   
   
4. Solicitar una cita o presentarte en el tribunal: Dependiendo de la jurisdicción y las prácticas locales, es posible que necesites solicitar una cita para presentarte ante el juez de paz. En otros casos, puedes simplemente presentarte en el tribunal durante las horas de atención al público. Asegúrate de seguir los procedimientos y requisitos establecidos en tu localidad.
   
   
5. Presentar tu caso ante el juez de paz: Una vez que te encuentres ante el juez de paz, presenta tu caso de manera clara y concisa, proporcionando todos los documentos y pruebas pertinentes. El juez de paz escuchará a ambas partes y tomará una decisión basada en la evidencia presentada y la ley aplicable.
   
   
6. Cumplir con la decisión del juez de paz: Una vez que el juez de paz emita una decisión, es importante cumplir con ella. Las decisiones de los jueces de paz suelen ser vinculantes y legalmente obligatorias. Si alguna de las partes no cumple con la decisión, puede haber consecuencias legales.